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Mentira


Eso que dicen de tus ojos
que brillan, que hablan, que sos vos
es mentira.
Es mentira que si lo deseas... es mentira
Es mentira cuando hablas
cuando te expresas...
la verdad es que no te expresas,
no expresas nada
es mentira.

Es mentira que tu voz tiene color
que es marrón profundo o bordó
que sos especial porque te vio,
vio mucho y a muchas,
no te la creas,
es mentira

Es mentira la verborragia, el límite,
las canciones de amor
y las otras,
son todas mentiras.
Es mentira la Luna y el Sol
que se yo,
para mi hoy,
todo es mentira.

Es mentira que sos única
Hay un montón iguales
hay un montón mejores
y ni siquiera sos la peor,
no te ilusiones:
si te lo dicen, es mentira

Es mentira que mañana,
que tal vez,
que ojalá...
Si no fue hoy, probablemente, nunca lo será
La esperanza
es una gran y vergonzosa mentira

Es mentira Dios
es mentira el pecado
es mentira la libertad
es mentira el amor
es mentira el odio
es mentira el arte.
El arte, la más grande de las mentiras.

Mentirosa la verdad
Mentirosa la mentira
El lado oscuro es el claro
y el claro es invisible
solo existe una verdad
que al decirla,
es mentira

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Perdón

Te pido perdón, es mi culpa. Es mi culpa olvidar peinarme no mirarme más al espejo Es mi culpa no aprobarme, no besarme más Dejar de cantar al bañarme apurada por hacer cosas que a nadie le importan y con el espejo empañado y el pelo revuelto ponerme la ropa húmeda ¿qué más da? Perdón, es mi culpa permitirte olvidarme, dejar mi ego cubrirse de polvo junto a mis pinceles y mis sueños Soy culpable por creer que me recordarías siempre o cuidarías cuando yo no lo hiciera Me culpo una y mil veces por aceptar que mis ganas pueden esperar, que la hija de mis padres no era tan importante como ellos creían, postrada a tu merced Olvide que soy reina, única Olvidé que nadie debería descubrirme, que yo ya existía desde mucho antes, que valía aunque no me vieras, que valía aunque todo Olvidé. Me olvidé. Te pido perdón por culparte amor, es mi culpa aferrarme a lo ajeno, cortar mis alas, pensar que el tiempo sería eterno para nosotros.

No puedo

No puedo obligarte, no puedo. No puedo obligarte a que me pienses cuando llega el otoño y el color tibio de las hojas te ponga melancólico y extrañes mis mates. No puedo obligarte a que me recuerdes en cada risa, en cada llanto, en cada copa, en cada abrazo. No puedo obligarte a que escuches esa canción que bailamos juntos y me imagines en un tiempo y espacio donde soy absolutamente genial. No hay manera, de obligarte a que te importe mi opinión o mi tiempo. No puedo obligarte a hacerme importante, fuerte, inteligente, capaz. Me resulta imposible hacerte creer en mis talentos, si es que tengo. No puedo, no soy quién, para decidir cuándo sentir que soy imprescindible. No puedo forzarte a elegirme, ni  a afirmar con intensidad que nadie podrá jamás igualarme aún sabiéndome vulnerable. Y al cabo de todo este enorme asunto solo sé, tengo la única absoluta y desdichada certeza de que no puedo ser quien no soy: una persona más que intenta, pero...

...

"... Nunca pensé que podría ser tan miserablemente feliz ni imaginé cómo dolerían los huesos con esta historia de no saber quién quiero ser..."