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Escribo

Hoy escribo sin firuletes, sin caricias, sin bijou, desnuda. Hoy escribo recién bañada, con un poco de frío, con mis perros cerca. Hoy escribo mientras sé que afuera hay sol, pero tengo la ventana cerrada. Hoy escribo porque alguna que otra lecturilla de Blog me inspiró, junto con mi insoportable manera de ser. Hoy escribo a pesar de que dije que tenía mucho que hacer, y era cierto. Hoy escribo porque lo necesito, ese tiempo, eterno, justo ahora mientras aprieto las teclas con la presión justa, mientras veo el polvo que se junta entre ellas y me recuerda que tengo que limpiar el mueble que me dio mi abuela, ese que ella conservó tan pulcramente y por años, casi brillante, y en el que ahora puedo escribir con un dedo mi nombre en su estante. Hoy escribo, aunque vos estes durmiendo y creas que estoy bien. Hoy escribo porque estoy bien, pero siempre algo me hace doler, escuchar voces, hablar en mi cabeza y contestarme sola y que de vez en cuanto me sorprenda a mi misma con algun sonido que se me escapa o algun gesto como si te estuviera hablando a la cara. Hoy escribo porque irremediablemente, si no lo hago, lloro.

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Ella

Intenta en vano atrapar al humo, huele impávida las cáscaras Besa el suelo sin miedo y rie tan solo tocar, tocar, tocar... La vida que se cuela por el sol la acaricia; qué mas da! Tararea una canción que se escondió entre los dedos del pie: tocar, tocar, tocar... Lo que duele Lo que pincha Lo rico Lo blando y tocar, tocar y tocar... Frente al miedo o la risa que escupen sus mejillas exhalando la felicidad del ahora, frente a la vida; es tocar, tocar, tocar. Y con las yemas sucias o arrugaditas por el agua tibia Y con el pelo revuelto y los labios abiertos tocar, tocar, siempre tocar........

...

"... Nunca pensé que podría ser tan miserablemente feliz ni imaginé cómo dolerían los huesos con esta historia de no saber quién quiero ser..."

Manía

Malditas las nubes por mutar indiferentes y graciosas en maravillosas creaciones Malditos los firmes árboles fieles a su propio ser, impávidos y ajenos al deseo. Maldito el sol que abre caminos, brinda esperanza, consuela y alumbra con la misma rutina y poder. Maldita la magia de las estrellas maldita su poesía Maldita la tierra madre Malditas todas las madres Maldita la lluvia los pájaros la noche el tiempo la vida la muerte Maldito el deseo maldito una y mil veces Pero sobre todo maldito el arte y esa maldita manía de ser indispensable